martes, 11 de agosto de 2009

La invención de Irlanda

Fragmento de un artículo relacionado con el libro La invención de Irlanda, de Declan Kiberd.

TODOS SOMOS IRLANDESES

Por Carlos Gamerro

Un excelente ensayo explica cómo y por qué la cultura y la literatura irlandesas ocupan un lugar tan singular, con Joyce a la cabeza, con Yeats y Samuel Beckett entre sus figuras estelares. Un viaje a un universo mucho más cercano a América latina de lo que puede suponerse.

Entre fines del siglo XIX y principios del XX, y en el lapso de tres generaciones sucesivas, un pequeño país situado en las márgenes de Europa fue la cuna de uno de los mejores poetas del siglo (W. B. Yeats), de uno de los más grandes novelistas (James Joyce) y de su más genial dramaturgo (Samuel Beckett). Ni Inglaterra ni los Estados Unidos produjeron en ese lapso un novelista comparable a Joyce, un autor teatral parangonable con Beckett, y apenas en el campo de la poesía lograron crear a T. S. Eliot y superar a Irlanda: un país empobrecido, atrasado, cuya población había disminuido de ocho a cuatro millones en el lapso de cincuenta años, y que recién en 1920 pudo alcanzar la independencia.

Uno de los méritos del monumental ‘La invención de Irlanda’ de Declan Kiberd es lograr explicar cómo todo esto pudo darse no a pesar de estas condiciones, sino justamente a causa de ellas: cómo el país colonizado que tenía cerradas todas las vías de acción política volcó sus energías al campo de la cultura; cómo pudo dotarse de una conciencia increada (como Joyce quería) mezclando y combinando lo católico y lo protestante; lo celta y lo anglosajón, la lengua nativa muerta y la lengua imperial impuesta, el presente intolerable, el pasado imaginado y el futuro inimaginable; para terminar, en el campo de la literatura al menos, invirtiendo la relación colonial, convirtiéndose en maestro de sus amos.
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viernes, 7 de agosto de 2009

La Nuit Celtique


Carlos Nuñez - Alborada do Brasil

Carlos Nuñez - Alborada do Brasil

“Desde que descubrí que mi misabuelo músico había emigrado a Brasil y allí desapareció, siempre he querido descubrir ese misterio”, escribe Carlos Núñez en el libreto de su nuevo álbum. “Alborada do Brasil es el resultado de nuestras exploraciones, de un viaje iniciático de más de un año en el que hemos descubierto que allí vive escondida una parte de nosotros, feliz y mestiza, que puede ser clave para nuestro futuro”. El fruto de este increíble y misterioso trayecto musical y existencial es el álbum Alborada do Brasil, que es una de las mejores obras que ha dado la brillante carrera de Carlos Núñez desde que en 1996 asombrase con su disco de debut A irmandade das estrellas.

Alborada do Brasil es un ejemplo de artesanía musical en que Carlos Núñez se ha rodeado de mucho de lo mejor de la música brasileña. El disco está producido por Alê Siqueira (Tribalistas, Carlinhos Brown, Omara Portuondo…) y Mario Caldato Jr. (Beastie Boys, Marisa Monte, Manu Chao…). Ahí es nada. Dos de los grandes para garantizar el resultado final del álbum. Pero es que además, en Alborada do Brasil aparecen como músicos invitados, entre los casi cien que han tocado en el disco, The Chieftains, Carlinhos Brown, Lenine, Adriana Calcanhotto, Jaques Morelenbaum, Dominguinhos, Fernanda Takai, Yamandú Costa, la Escola do Samba Beija Flor, Wilson das Neves, Dj CIA… Lo que se dice un auténtico reparto de primeras figuras de la música brasileña y celta para uno de los trabajos más interesantes que ha dado la música española en los últimos tiempos.

Podcast del programa Discópolis (Radio 3), de José Miguel López - 16 junio 2009 - Carlos Nuñez presenta su disco Alborada do Brasil.